Elementos Motivadores en la clase de Lengua
A veces parece difícil hacer que “un peso pesado” como es la Lengua en el reino de las asignaturas resulte atractivo para nuestros alumnos.
Sigue siendo “la reina del mambo” y sobre ella cae una gran responsabilidad ya que tradicionalmente es en la que aprendemos a leer, escribir, comprender y últimamente a hablar, por decirlo de alguna manera.
Todo esto sin olvidarnos de los entresijos, es decir, la Gramática, que a medida que avanzamos de curso se va convirtiendo cada vez en algo más complejo hasta el punto de dar la sensación de que estamos estudiando otra asignatura y no el funcionamiento de nuestra propia lengua. Además hay que añadir el componente Literario, que puede convertirse en un auténtico suplicio para alumnos de secundaria.
Como profe de Lengua y Literatura que soy, confieso que no es fácil hacerse con un curriculum tan vasto y a la vez conseguir que tus alumnos estén motivados y trabajen con ganas. Con el transcurso de los años voy aprendiendo, añadiendo por aquí, quitando por allá e ideando nuevas formas o adaptando las viejas para conseguir integrar todo lo que he mencionado arriba y hacer a la vez que mis alumnos estén motivados con la asignatura. He ido encontrando elementos motivadores a lo largo de los años y observando cuales son los que más gustan, los que menos, los más efectivos, los menos… Podría decirse que tengo un amplio repertorio. Sé que las metodologías activas donde el alumno es parte activa y el profesor queda relegado a un segundo plano como un mero guía, sin menospreciar su labor en absoluto, dan muy buenos resultados y son altamente satisfactorias.
Por supuesto todo cambio metodológico conlleva también un cambio en la forma de relacionarse con los alumnos y en la manera de evaluar pero merece la pena salir de la zona de confort.
Os dejo unas fotos de algunas actividades que realizamos en la asignatura de Lengua en el primer ciclo de la ESO donde los alumnos son absolutamente los protagonistas en todo el proceso de aprendizaje.
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