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EL COMEDOR ESCOLAR, UN ESPACIO IMPRESCINDIBLE

El comedor escolar es un espacio imprescindible dentro del centro educativo. Las familias encuentran en él un lugar donde sus hijos son adecuadamente atendidos y protegidos y donde se asegura, también, una alimentación saludable.

El comedor es una herramienta educativa potente, ya que, no solo educa en hábitos alimentarios saludables y normas de higiene, sino que además promueve la convivencia y es una oportunidad educativa para la integración y socialización de la infancia y adolescencia.

Otra de las grandes ventajas es que el comedor escolar permite la conciliación en aquellas familias que no pueden dejar de trabajar para hacerse cargo de sus hijos durante el tiempo de mediodía. En este sentido es, además, una medida de protección que permite que niños y niñas no tengan que estar solos en casa durante este tiempo.

Los hábitos de alimentación continúan siendo un tema de preocupación para las familias, pero, a veces, las horas de las comidas se convierten en un gran campo de batalla, generando ansiedad y rechazo, pudiendo afectar a las relaciones. Apuntar a los niños al comedor escolar es una posible solución a ciertas actitudes hacia la alimentación.

Los hábitos saludables, probar y comer todo tipo de alimentos, así como las rutinas y las habilidades sociales que aprendan los niños en el comedor pueden ser de gran utilidad cuando las trasladamos a esos momentos que pasamos en familia.

VENTAJAS DEL COMEDOR ESCOLAR

El comedor escolar pretende ser una forma adicional de educación para la salud, ya que favorece el desarrollo de hábitos de higiene y fomenta una buena alimentación.

Otras ventajas a destacar es que los niños aprenderán el uso correcto de los cubiertos y servilletas, así como la adopción de una adecuada postura corporal al comer. Además, también aprenderán a respetar a sus compañeros y al personal del comedor.

Comer en el colegio ayuda a los niños a desarrollar habilidades de cooperación y compañerismo porque el volumen de la voz debe ser moderado para fomentar la conversación.

Las habilidades sociales también se desarrollan en estos espacios. Nuestros hijos pasarán tiempo con los compañeros fuera del aula, en un ambiente más relajado y agradable. Podrán sentarse con nuevos amigos y entablar relaciones con personas diferentes o estrechar los lazos con aquellos a los que ya conocen.

Por otro lado, apuntarlos al comedor escolar nos ayuda a equilibrar nuestro trabajo y las horas libres que pasamos con nuestros hijos. De esta manera, gracias a los nuevos hábitos que adquieren comiendo en el colegio, podremos pasar tiempo de calidad con ellos, sin que las cenas y las comidas sean un campo de batalla. De hecho, es muy probable que una vez que hayan adquirido ciertos hábitos en el comedor escolar los generalicen en casa, siempre y cuando mantengamos las mismas directrices.

¿CUÁNDO APUNTAR A LOS NIÑOS AL COMEDOR ESCOLAR?

No comen bien

La imitación es fundamental en el aprendizaje de los niños. De esta forma, es muy probable que al ver a sus amigos comer, ellos se animen también. Cuando está con nosotros tienen toda nuestra atención si no prueban o comen determinados alimentos, por lo que se sienten reforzados a no hacerlo. Ahora bien, en el comedor no disfrutan de tanta atención ni estarán tan presionados, provocando esta situación que coman por iniciativa propia.

Se relacionan poco

El comedor escolar es un espacio para compartir momentos con los demás y relacionarse. Todos se sientan con todos. Además, la hora de la comida es un momento relajado, ideal para establecer relaciones y pasar un buen rato.

El tiempo para cocinar es escaso

Uno de los motivos más comunes para apuntar a los niños al comedor escolar suele ser el poco tiempo que se dispone para cocinar. De hecho, muchas veces recurrimos a la comida prefabricada por esta razón. En el comedor preparan comida saludable y equilibrada, de ahí que sea una buena opción.

Si tienen alguna alergia

Las alergias tienden a separar a los niños y a darles un trato especial. El comedor trata las necesidades de los niños con cuidado y no permitirá que su alergia sea motivo de separación ni de discriminación por parte de sus compañeros. De esta forma, tendrá la oportunidad de comer con otros, de no sentirse como un bicho raro y de aceptar su alergia con naturalidad.

Aprender rutinas y horarios

El comedor escolar conlleva ciertos pasos que se repiten cada día y que todos los niños saben y deben hacer. Por otro lado, los horarios establecen un tiempo limitado que favorece su concentración a la hora de comer y sobre todo, les enseñan a no eternizar las comidas.

Si no somos tan buenos comedores

A veces queremos que nuestros hijos coman de todo y coman sano, pero a nosotros no nos gustan las verduras u otros alimentos y no podemos ser el ejemplo que ellos necesitan para alimentarse de manera sana y equilibrada.

Aunque sería lo ideal comer bien durante la cena o los fines de semana, la realidad es que el comedor es un ejemplo de buena alimentación para nuestros hijos.

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