Nuestra experiencia en el cole
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¿Cuál ha sido nuestra experiencia en el cole?

Resulta sencillo preguntar cuál ha sido nuestra experiencia en este centro, pero la respuesta a 14 años estudiando y formándonos en él, es imposible resumirla en pocas líneas.

Nosotras somos Delia Martín e Irene González de 2 de bachillerato ciencias y este año cerraremos físicamente las puertas de este gran colegio para siempre, pero no la de nuestros recuerdos y experiencias que hemos vivido junto a personas maravillosas, de las que sin duda nos acordaremos toda nuestra vida.

Echando la mirada atrás en el tiempo, ambas nos encontramos con unas niñas de tres añitos que, de la mano de sus padres, iban con su primera mochila a las espaldas, deseosas de entrar por primera vez en el colegio. A pesar de los nervios, tenían los ojos llenos de ilusión por conocer a sus nuevos compañeros que, a lo largo de los años se convertirían en buenos amigos. En infantil, los profesores comenzaron a formarnos, además de académicamente enseñándonos a sumar, restar, leer o escribir, también inculcándonos los valores católicos de este centro, fundamentales en nuestra educación.

Continuamos el camino dando un paso hacia delante, que dejó atrás nuestra graduación de infantil y nos hizo sentir más mayores vistiendo por primera vez el uniforme. A lo largo de los seis cursos de primaria fuimos llenando aquella mochila (ya un poco más vieja) de conocimientos y anécdotas con compañeros nuevos y más profesores.

Ambas nos llevamos muy buenos recuerdos de esta etapa, en la que dimos pequeños pasos, que por aquel entonces nos parecían enormes, como cuando empezamos a escribir a boli y dejamos el lápiz o cuando dejamos de llevar babi. Podríamos pasar horas hablando y riéndonos de momentos felices en los que, sin darnos cuenta, pasamos de ser los pequeños a los mayores del pasillo.

Avanzando cronológicamente en esta experiencia, llegamos a la ESO, esa etapa que disfrutamos tanto, aunque los estudios comenzaran a dificultarse. Con la  ayuda de nuestros profesores y de la gente que nos rodeaba, pudimos ir superando esos primeros obstáculos y alcanzando esas primeros objetivos.

Primero y segundo de la ESO nos sirvieron de gran ayuda para entrar por la puerta grande en el “cole de mayores” que llamábamos entonces y que ahora pisamos prácticamente todos los días.

Así, llegamos a tercero y cuarto de la eso, últimos cursos de este tercer periodo en el que se divide nuestra vivencia aquí.

De tercero recordamos como con el paso de los días nos fuimos acomodando los nuevos profesores y alumnos y nos fuimos sintiendo más a gusto en este edificio de peña de Francia. Cómo dejamos de sentirnos tan fuera de lugar para sentirnos como en casa.

Durante cuarto y último curso de la eso, nuestras vidas y las del resto del mundo cambiaron drástica y completamente. La pandemia del COVID 19 y su siguiente confinamiento nos dejaron, de esta manera, sin poder disfrutar de las clases presenciales, que pensábamos que no íbamos a añorar. Éste para nosotros fue un curso fantasma, que en un abrir y cerrar de ojos nos llevó a primero de bachillerato.

Las mascarillas, las distancias de seguridad, no poder prestarnos el material y las limitaciones en infinidad de aspectos, marcaron gran parte de este curso. Además la palabra EBAU empezó a rondar nuestra cabeza, aunque ahora la mayoría podría decir a los que vienen detrás, que estén tranquilos, porque con esfuerzo y la ayuda de los profesores van a conseguir todo lo que se propongan.

Por último, llegamos a segundo de bachillerato el curso en el que pondremos fin a todo el trayecto, alcanzando la meta que tantos años llevamos deseando y a la que ahora no estamos tan seguros de querer llegar, por la incertidumbre de lo que nos deparará el futuro. Es entonces cuando soñamos con volver a tener aquellos tres añitos, que quedan ya tan lejos, para volver a disfrutar de nuevo de todas las experiencias bonitas vividas. Cuando finalice este curso cada uno comenzará un nuevo camino, siempre llevando presente en su corazón el cariño por la familia de este colegio que tanto nos ha regalado.

Para concluir, querríamos destacar que nuestra experiencia en este centro no hubiera sido la misma sin la presencia de nuestros increíbles compañeros y de todos los profesores que nos han guiado, acompañado y formado como personas durante todos estos años. De esta manera, ellos se han terminado  convirtiendo en nuestra segunda familia y este colegio en nuestro segundo hogar.

No hay suficientes palabras para daros las gracias a todos.

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