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Conociendo a…

Una pista antes de empezar a leer: nuestro conocido está relacionado con los libros y Salamanca. 

En una carta escrita a Pardo Bazán, poco antes de fallecer, este gran poeta castellano resumió así su vida: 

“Nací de padres labradores en Frades de la Sierra, pueblecillo de la provincia de Salamanca. Cursé en esta y en Madrid la carrera de maestro de primera enseñanza. A los diecisiete años de edad obtuve por oposición la escuela de Guijuelo (Salamanca), donde viví cuatro años, y después, por oposición también, la de Piadrehíta (Ávila), que regenté otros cuatro años.

Contraje matrimonio con una joven extremeña; dimití el cargo que desempeñaba porque mis aficiones todas estaban en el campo, y en él vivo consagrado al cultivo de unas tierras y al cuidado y al cariño de mi gente, mi mujer y mis niños.

Tengo treinta y cuatro años, y a escribir coplas dedico el poco tiempo que puedo robar a mis tareas del campo. Comencé a escribir poesías para Juegos Florales, y me dieron la flor natural en los de Salamanca, Zaragoza y Béjar, y otros premios en Zaragoza, Murcia y Lugo.

Y  nada más, si es que todo ello es algo. Mis paisanos los Salmantinos y los mismos Extremeños, me quieren mucho, me miman. Yo también les quiero con toda mi alma, y con ella les hago coplas, que saben mejor que yo, de memoria, porque las recitan en todas partes, y hasta las oigo cantar diariamente a los gañanes de la arada”

¿Sabes quién es?

Este hombre de letras, sencillo y culto que se dedicó al campo y al cuidado de los suyos da nombre a la biblioteca por la que pasan muchos de los alumnos del Colegio Santísima Trinidad.

Esta semana los niños de 1º E. Primaria visitaron sus instalaciones, la sala de lectura. Les explicaron cómo se hacen los préstamos de libros, las distintas actividades que organizan y sobre todo les abrieron, aún más, al mundo de los libros, de la fantasía y aventura recogidas en esas páginas llenas de ilustraciones, colores y sueños.

Regalar un libro es fomentar la imaginación, la creación y la cultura.

 

Os dejamos un poema de Gabriel y Galán: El embargo

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